

FRENTE A TU CRUZ, MI AMADO SEÑOR
Delirio de amor por adorarte
agonizando por la distancia en la que el pecado
me aleja de presencia.
Oh mi buen Jesús
abrazo esa cruz de madera
donde en la esperanza por los hombres
cada día aguardas
en ese sueño de amor, de ilusión, de libertad, por los que todo lo has entregado.
Abrazo la cruz y mi corazón
reconociendo las caricias de su amado,
comienza a latir más fuerte
queriendo salir a su encuentro.
Encontrarme con la cruz
es encontrarme con el amor, en el amor vivo,
encontrarme con la cruz
es encontrarme con Tu fe mi Amado Jesús
con tu fe por cada uno de nosotros,
con tu fe que no se rompe ante el dolor.
Abrazar esta cruz,
Tu cruz mi Señor,
es encontrarme en mi fragilidad
con Tu grandeza,
la grandeza de un Dios
que se hace hombre,
que se hace siervo,
en el amor de mantenernos en su Sagrado Corazón.

