
AL FINAL MI CORAZÓN TRIUNFARÁ
No hay duda que éste es un tiempo crítico en nuestras vidas, es nuestra creencia que estamos viviendo el periodo más significativo de este nuevo siglo y que estamos entrando en los tiempos prometidos en Fátima: el tiempo del Triunfo del Inmaculado Corazón de Nuestra Señora.
Esta convicción es fortalecida por las muchas señales del tiempo que podemos atestiguar en la Iglesia entre la gente de Dios; solo los humildes y sencillos de corazón podrán escuchar al Padre.
Primero tenemos que ver que Nuestro Santo Padre, el Papa Juan Pablo II es una SEÑAL de este tiempo. Él es la luz procedente del Este, llamado desde lejos para GUIAR la Iglesia a la nueva era
anunciada y prometida en Fátima: ¡El Triunfo del Inmaculado Corazón de María!.
Nuestra Señora pidió como ejemplo de la unidad, que el Santo Padre se uniera con todos lo obispos para consagrar a Rusia y el mundo a Ella; el 25 de marzo de 1984, el Papa cumplió con esta solicitud del Cielo. Hoy como hijos de Dios, tenemos que unirnos en nuestra consagración total y en todos nuestros esfuerzos para llevar a cabo el «TRIUNFO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA» en Rusia y el resto del mundo.

PREPARACIÓN PARA LA CONSAGRACIÓN AL TRIUNFO DEL
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
Las apariciones de la Virgen en Fátima comenzaron el 13 de Mayo de 1917. La Virgen además de predecir lo que ocurriría a la humanidad durante el siglo XX, hizo varios anuncios, y entre ellos, al final del mensaje del 13 de junio de 1917, cuatro meses antes de que comenzara la revolución Rusa concluyó el mensaje afirmando: «pero finalmente mi Corazón Inmaculado Triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá y se concederá, un tiempo de paz al mundo».
Consagración Inmaculado corazón de Maria

